La Empresa
La historia de Molduras Dichiara comienza mucho antes de su nombre actual. En 1956, tres hermanos italianos —Nazareno, Héctor y Pedro Dichiara— llegaron a la Argentina cargando algo más que maletas: traían consigo el valor del trabajo, la precisión del oficio y el deseo de construir algo propio. Así nació ALEVAR, una fábrica de molduras que durante más de 40 años fue líder en el país, abasteciendo a enmarcadores y artistas de todo el territorio.

Como tantas empresas nacionales, ALEVAR enfrentó de lleno las crisis económicas argentinas y, tras décadas de esfuerzo, debió cerrar sus puertas. Pero el oficio no murió. Años más tarde, desde un pequeño taller y con el mismo amor por la madera y los marcos, uno de los hijos retomó el legado y lo hizo crecer.
Hoy, esa pasión renace bajo el nombre de Molduras Dichiara, una empresa familiar que honra sus raíces, pero mira hacia adelante. Seguimos trabajando con los mismos valores de siempre: calidad, compromiso y respeto por cada pieza que fabricamos.

Porque en cada moldura vive una historia. Y la nuestra recién vuelve a empezar.